Resurjo cual ave fénix,
cansado de mi autocensura,
encerrando mis fieras,
en los ensortijados bucles
que ansian libertad.
Vierto mis jugos
en el pálido oro,
que sabiamente aconsejaba
y con el anillo,
comenzó a esfumarse.
Vomito pompas de jabón,
que el aire arrastra
hacia los más hermosos rosales,
donde amargamente estallan,
en un marrón desazón.
Escupo puños
que noquean mi razón,
haciéndola pequeños añicos,
y que me empujan,
al pozo sin fondo de tus ojos.
A.O.M
martes, 25 de mayo de 2010
lunes, 17 de mayo de 2010
Reflexiones de un viernes a las 22:33
No es que sea un infeliz,
ni me sienta desgraciado,
que no me importe nada,
y de mí me haya olvidado,
es que me ahogo en tu sonrisa,
y en tus pupilas nado,
es que vivo amiga mía,
de tí...enamorado
A.O.M.
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