jueves, 29 de noviembre de 2012

Posh Interrail



1 anden en fiesta,
1 vistazo,
1 llegada,
1 tren de primera sin retorno,
1 pasajero de segunda,
1 parada,
1 empujón,
1 tren sin revisor,
1 chance, incierto chance,
1 miedoso viajero,
1 tímido caminante,
1 respetuoso excursionista,
1 cutre aventurero,
1 momento,
1 que se esfuma,
1 testigo del arranque,
1 cuestión,
1 no respuesta,
1 virus de por vida.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Retales de cerebro fruncidos

Mientras la oscura hiedra
tejía su maraña
sobre el montón de estiércol,
la sensación cálida del sol,
quemaba a su paso cada brote,
haciendo inútil cualquier avance,
todo se teñía de colores pálidos,
y las antorchas, húmedas
se debatían entre la vida y la muerte,
mientras el viento mezquino,
dudaba si soplar más o menos fuerte
eso sí, al son del batir de las alas
de la bandada de cuervos ávidos,
buscadores de tripas, de entrañas,
sembradores de virus y gusanos,
que resquebrajan con sus graznidos
los finos biombos de mi cuarto de estar
decorado en tonos veraniegos
de olor a trigal brillante y suave
mecido ligeramente hacia la izquierda,
en color de césped en algunos casos,
que representan manchas de tinta
en la epidermis, con autoformas,
como ganado marcado, pero internamente,
donde se engendran las semillas de esa hiedra,
que intenta crecer en la penumbra,
anudándose en mis tobillos.

Flash!

Nubes grises de pelusa,
hojas desmayadas y marrones,
día suicida y lloroso,
ambiente contrarreloj,
agobio en los maletines,
sudorosos bolígrafos desangrándose
en la cárcel de sabiduría,
mientras la libertad,
corre por las venas de alquitrán,
al otro lado del cristal.

Día aciago y correoso...

Pero al filo de la escalinata,
una singularidad brillante arriba,
y un solo momento basta
para que las hojas se eleven
y que el sol salga envidioso,
hace que crea,
hace que piense,
hace los nervios,
y nace la ilusión,
por el recíproco calor
de un abanicado vaivén,
un zurdo vellocino dorado,
una oscura proyección perfecta
y una marfílea curvatura.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Rhabdoviridae


Ilusoria cascada dorada y zurda
idealizada por el néctar de cebada
y la pureza y perfección de sus formas.

Remarcada en bermellón está su luna
y sus delgada ramas también.

Estilizadas formas blanquecinas,
de delicada canción armoniosa
y de dulce existencia y ser.

Necesidad instantánea de hincar rodilla,
relatarle lo más bello,
dibujarla con palabras.

Especial, preciosa, encantadora,
ocre, caoba, azul,
fugaz destello instantáneo,
marcada estela dejó.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Max Payne: El retorno de la babosa cerebral

Cuando llega la brisa dorada
y sientes que el aire contiene trazas,
sospechas que el ambiente contaminado
comienza a afectar a tus sentidos.

Las idas de olla son cada vez más frecuentes,
el vaivén a la curación asistida,
a los semáforos en verdad,
a la libre zorra,
tal como piedras en calzada romana.

Pacman zombie de 1 pantalla,
perseguido por periodistas fantasmas,
llenan cabezas de pájaros,
y cosen sueños de traición,
inyectan el virus que corroe,
el óxido que deteriora
y ayudan a la falta
a cavar una zanja
que no se sabe si tendrá uso.

Mis zapatos de hormigón
con suelas especiales subacuáticas,
se fraguan a fuego lento en cada manzana,
vuelcan mi muralla, la rompen,
la despedazan, la hacen añicos,
me anulan, me enamoran,
en una leve bajada de tensión de párpados,
un platónico de oro,
un tatuaje gratis en el cuello,
un pilar fracturado,
otra cicatriz en mi cuerpo