miércoles, 28 de diciembre de 2011

Apología del ciego



Miradas roncas
que se perdían alocadas
en el vacío de los signos de interrogación,
pasaron al ansia desnuda
y a los sentimientos puros
venidos inesperadamente desde un amanecer.

Las cruces se sucedieron
y las incesantes lombrices
se retorcían entre alegres e intranquilas
en mi barriga de novedad cambiante.

Y llegó el momento de grabar con fuego
aquello que hice y que con ello conseguí
que se parase el tiempo,
mientras me elevaba, y se alejaba el mundo
que se ponía a mis pies.

Las alegres muecas en mi cara
se contagiaban al paso
como si de un bostezo se tratase,
al son de mis pisadas
al bailarte el agua.

Pero la vida es corta
y su envidia grande,
por lo que sacó su hacha
y cortó el árbol que planté
con mis semillas cardíacas.

Y se marchó,
y se llevó consigo el fuego de mi vela,
y la vela de mi velatorio,
me transformó en el payaso triste
y el espantapájaros amigo de los cuervos...

Nadie es perfecto...
TÚ eres mi nadie.

A.O.M.

Little/Big Jen

Pequeña gigante,
que camina por el mundo adormilada,
con los ojos cojos y la sonrisa boba,
encarama su torpeza en caricias,
mientras los churretes del café lleva en su boca,
halterofílica de corazón,
chapada a pan duro
y taurina como droga,
salta por las calles
en sus adidas negras y rojas.
Sensible como un cachorro,
pirada como una loca,
pequeña es como hermana,
gigante como persona.

A.O.M.

jueves, 15 de diciembre de 2011

(in)Controlable



Lágrimas que sangro,
sangre que lloro,
heridas del cepo del destino,
que pretendo ignorar
pero no logro,
punzadas en el tórax,
que me recuerdan que estoy vivo,
y al Karma imploro,
como dando palos de ciego,
camino solo,
quiero al olvido,
y lo quiero pronto.

A.O.M.

lunes, 5 de diciembre de 2011

[Miéntete]

Blanco,
hojas blancas,
como tu fino esquijama de invierno,
que en verano se dora,
letras que se atascan,
en el cuello de mi revólver,
y caballerosamente dejan pasar
al grafito que estrepitosamente
se estrella contra el papel
y estalla en una orgía
al trazar torpemente lo más bello.

Se rompe la mina y mina
                      [aún más si cabe]
mi vida de máscaras venecianas,
"alegres",
¡ no!,
 mejor dicho sonrientes,
pero no lo cuentes,
                       [todo pasa, nada queda]
es un secreto,
                       [todo va bien]
que se derrama en el suelo, mi sueño,
y crea humedades a mi alrededor,
pero no me alcanzan,
convirtiéndome en el Sáhara,
mientras pierdo mi maná,
lo que me da el aliento cada día,
aunque evito el sufrimiento perpetuo,
del que al despertar
al alba el alma secuestra.

A.O.M.