Espejo fragmentado,
de un delicioso pasado,
que éfimeramente brilló
y los actuales resqucios
se posan en cristales
colores y formas y coches
y expresiones faciales
y chicas de espaldas
y farolas y parques
y bancos y plazas y aceras
y semáforos y sofás,
circulo concéntrico vicioso
con centro en ti.
Cada noche es más dificil,
el eco del vacío
se propaga lentamente,
mientras que tus miradas
me persiguen incesantes
y me taladran en la soledad
de las paredes que pueblan.
El ambiente enrarecido
desgarra el silencio
que se antoja eterno
en aurículas y ventriculos,
mientras que el resto
parece poder llenarse
y latir por su cuenta,
y sólo el opio y la cerveza
alivia la metralla incrustada
en mis 6 sentidos,
que junto a mis sentimientos
apaleados por mi honra sin honra,
guardados llacen en una carpeta.
Parece que sí,
y la situación propicia a ello.
¡y mejor!
porque la realidad difiere
y el tiempo me mata.
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