viernes, 10 de octubre de 2014

Necia luciernaga ramera


Ya casi no se la ve,
la expansión continúa,
y aunque fuese ley innata
y su órbita nunca ligaseme,
eso, erosiona mi núcleo...
La absurda idea...
Al igual que lo hace la ingenua creencia
contraria a todas las leyes, de que brille,
confiando, o queriéndolo hacer
en una chispa que no llegará,
y hará que su estela se pierda en el universo,
como una de tantas,
perdida en el vacío,
apagada, fundida, por deméritos propios tales
que a pesar de su potencial para hacer día en la noche,
no puede iluminar a nadie...

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