miércoles, 25 de noviembre de 2015

Y de la paliza quedó más o menos irreconocible. Por ella. Como siempre.


Todo fue de más a menos,
o según como se mire,
de menos a más,
de más curiosidad a menos,
de menos intenciones a más,
de más de los demás que de ti misma,
de menos menosprecio al absoluto,
demasiado tóxico, por desgracia,
nunca fue de menos,
y de menos amor, por desgracia,
nunca fue de más.

El caso es que el menos pensado de los días
fue el más perfecto de los recuerdos,
y el más pensado de los días
fue el más lapidador de los mismos.

De más palabras a menos,
de más puñales, de más,
de menos palabras a más,
de menos elogios, de menos,
de menos siempre porque faltas,
de más de lo que piensas en sí,
de menos de lo que yo te pienso,
demasiado tiempo ya sin ti...

Porque tan malo es echar de menos sin más,
como sin querer, echar de menos echar de más...

PD: No me hagáis ni puto caso, me invento las cosas, o eso dicen.

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