jueves, 27 de octubre de 2011

Maldita colada asesina

Aquí, oscuro,
en el final de esta cueva,
solo, bueno, no,
rodeado de parejas
que aumentan mi miseria.
Cuento los días que pasan sin ti,
y los días que faltan
para mi desahucio,
pues ya no sirvo, soy inútil,
no puedo proteger por dos,
por mucho que quiera
es imposible,
no puedo sin ti,
a pesar de que el tiempo
ya nos hacía estragos,
y los tomates nos acechaban
en talones y puntera,
el poco tiempo que teníamos,
lo teníamos juntos,
pero nos separó el último diluvio,
tras vueltas, miles y millones de vueltas,
nos perdimos la pista,
estábamos unidos al comenzar
y la limpieza me exilió al olvido,
al olvido del fondo del cajón,
donde espero amargamente deshilachado,
el final de mi existencia.

A.O.M.

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